DIARIO DE A BORDO: RELATO DE LA CLASIFICACION

Después de pasar los últimos meses arreglando el Mininui tras detectar bastantes errores estructurales, -principalmente en la quilla y mástil-, llegaba la fecha en que debía realizar mi clasificación y todavía no había tenido tiempo de probar la embarcación, esto me hacía sentir bastante intranquilo e inseguro, sobretodo con la fiabilidad del barco.
Por delante… un recorrido de 1000 millas en solitario, que me llevaba de L’Escala a Barcelona, para luego dirigirme a la boya meteorológica que se encuentra en medio del Golfo de León. Y continuar con una larga travesía hacia el norte de Córcega, rodear la isla de Gianutri en el mar Tirreno y finalmente deshacer el camino para concluir en l’Escala.

La fecha de salida se retrasó hasta el 9 de marzo, ya que los frentes iban barriendo la zona de navegación y los vientos eran demasiado duros para emprender esta singladura con garantías de éxito.
Finalmente un lunes por la mañana me hice a la mar, con un parte que se presentaba favorable para las próximas 48 horas, el cielo despejado y el sol prometían una gran navegación hasta Barcelona.
El Garbi de 12 nudos, me obligaba hacer bordos para llegar a mi destino, durante estas horas me fui amarinando y acoplando al barco.
A las 06h del martes en una oscuridad total, vire la boya meteorológica delante del puerto de Barcelona.

Mi nuevo rumbo: Golfo de León, una navegada larga hasta la boya meteorológica del Golfo, tramontana muy suave de 15 nudos, que me permitió pasar sin mayores problemas. Por fin pude izar el espí, con un régimen de vientos del oeste que debían acompañarme como mínimo hasta Porquerolles.
El parte meteo francés anunciaba un “coup de vent” de fuerza 7 del sector oeste por la zona. Al atardecer los colores del cielo ya presagiaban la llegada del viento. A las pocas horas estaba rizando las velas y el barco planeaba a más de 14 nudos.
Era mi primer contacto con el Mininui en condiciones duras y la verdad es que me pasé una noche de placer surfeando olas que cada vez eran más grandes. Al llegar a la altura de Porquerolles, el anemómetro marcaba rachas de hasta 38 nudos y lo que había sido placer se empezaba a convertir en un calvario.
La raya que separa el gozo del martirio es muy fácil de sobrepasar y la mayoría de las veces te coge desprevenido.
En este momento, el piloto ya no lograba gobernar el barco con seguridad, todavía faltaban muchas horas de puesta a punto y calibración.

Las olas se habían convertido en paredes verticales debido a que en el otro lado de las islas de Hyeres estaba soplando un viento contrario. De repente, me alcanzaron una serie de olas más grandes que las demás y en la segunda planeada la proa del barco parecio quedarse colgada en el vacío, unos segundos muy largos, en los cuales el cuerpo ya prevé que algo malo va a suceder con un nudo en el estomago o algo parecido.
La proa cae hacia un abismo de agua, para clavarse en vertical hundiéndose hacia abajo. La popa se levanta bruscamente y me escupe hacia adelante sin tener tiempo de cogerme a nada. Mientras caigo, siento como el palo toca el agua y luego con un golpe seco la línea de vida que llevaba atada al arnés me frena de golpe contra los guardamancebos del otro bordo.
Agua... mucha agua, caos y finalmente el barco que se restablece sobre el mar, el ruido del viento y las olas los cabos por el agua, las velas a la contra presionando una jarcia que milagrosamente ha aguantado la brutal embestida del mar y del viento.

Cuando conseguí poner todo en orden continue navegando, con una congoja en mi interior. La radio avisa de otro temporal de fuerza 7 a 8 en la siguiente zona de navegación, esta vez de morro, por lo que la prudencia me haceo tomar la decisión de refugiarme en puerto durante unas horas.

Una noche en tierra y reemprendo mi camino hacia el Este, esta vez con vientos muy suaves que van muriendo con la caída del sol. Tardo casi 3 días en completar 140 millas.
Ya se sabe que en el mediterráneo siempre nos sucede lo mismo, o falta el viento o hay demasiado.
Por fin......la isla de Giraglia!!!! se encuentra justo al norte de Córcega. Y agradezco los vientos sostenidos que reinan durante un par de días, que me permitien navegar hasta Gianutri y volver a Giraglia pasando junto a la isla de Elba a una velocidad digna para un Mini.

Al norte de Córcega las calmas volven a ralentizar mi vuelta casa. Definitivamente el canal entre Córcega y Francia no se me da bien.

Las noches todavía son muy largas y el poco viento reinante hacen que me cueste mucho avazar hacia mi siguiente waypoint.

A media tarde se establece un viento de componente Norte, de unos 15 a 20 nudos, que me permite cruzar el Golfo de León hasta la boya meteorológica,dejarla atrás y poner proa a L’Escala. La Tramontana sube, despacio, para dejar que terminie mi clasificacion planeando sobre las olas hasta llegar a puerto.

Quizás mucha gente no entiende el sentido real de hacer una calificación en solitario, pero la verdad es que te encuentras a ti mismo, con el barco con el que pretendes hacer frente al Océano Atlántico, eso te permite evaluar correctamente tu nivel de preparación, tanto mental, como técnico.
Siempre se aprende algo y además te sirve como un entreno antes de las regatas.

CLASIFICACION CONSEGUIDA

El pasado 25 de mayo nos confirmaron plaza para la MINI TRANSAT 2009, regata que une Francia con Brasil, 4000 millas en solitario. Por fin...despues de tanta energia invertida, hemos conseguido formar parte de la flota que estara el dia 13 de septiembre en la linea de salida de la MINI TRANSAT.
Ahora disponemos de dos meses, para optimizar el barco y resolver todos los problemas con los que nos hemos encontrado.
Muchas gracias a todos los que nos habeis apoyado durante estos meses